Casi 20 industrias entraron en crisis en noviembre y crece el temor por un colapso productivo en 2026

El sector industrial atravesó en noviembre uno de sus momentos más delicados del año. Cerca de 20 empresas de peso realizaron despidos, suspensiones o directamente cerraron plantas, en un contexto de consumo deprimido y una avalancha de importaciones que desplaza la producción local. La combinación golpea con fuerza a los trabajadores y genera alarma por la posibilidad de un industricidio más profundo durante 2026.

Desde los despidos masivos en Ualá a fines de octubre hasta el cierre de la planta de Whirlpool en Pilar el 26 de noviembre -que dejó más de 200 personas sin empleo-, la cadena industrial muestra signos de un deterioro acelerado. Gremios y especialistas advierten que este escenario se enmarca en una política económica de fuerte ajuste, que prioriza la contracción del gasto público, el pago de la deuda externa y una apertura comercial que incentiva la entrada de productos extranjeros.

Según un estudio realizado por el IEF, el IPyPP y el IDEP de ATE, el proyecto de presupuesto del Gobierno "ratifica el rumbo recesivo" y consolida un escenario en el que el Estado reduce su capacidad de sostener el entramado productivo. Las organizaciones remarcan que los números oficiales "ocultan el impacto real del endeudamiento" y anticipan que el año próximo podría profundizarse la caída de la inversión, ya afectada por un proceso de desarme productivo.

Entre diciembre de 2023 y mayo de 2025 se registró el cierre de 16.857 empresas, de las cuales 1.624 pertenecían al sector industrial. A esto se suma la baja constante en rubros clave como textil, metalmecánica, plásticos, línea blanca y automotriz. La salida del país de grandes multinacionales -como HSBC, Procter & Gamble, Clorox, Nutrien o Telefónica- expone un clima de desconfianza empresarial que empeora la situación.

Noviembre se transformó así en un mes crítico. Además del cierre de Whirlpool, la empresa Essen despidió a 35 trabajadores en Venado Tuerto; Georgalos aplicó 600 suspensiones; TN Platex redujo su actividad en Corrientes y desvinculó a 20 personas; y Dana cerró su planta en San Luis dejando sin empleo a 50 operarios. La norteamericana Magnera, Kimberly-Clark, Kenvue, Akapol, FV, FARA y Sidus también recortaron personal o frenaron producción.

Buena parte de estas decisiones responden al ingreso récord de importaciones. Solo en octubre ingresaron al país más de 4.000 productos, en su mayoría provenientes de plataformas como Shein, Temu, Aliexpress y Amazon, con un crecimiento interanual del 237%. La combinación de productos extranjeros baratos, consumo interno deprimido y salarios rezagados genera un escenario explosivo para la industria local.

La situación en Pilar, el conurbano bonaerense y el sur santafesino refleja una misma lógica económica: apertura importadora, caída del mercado interno, reemplazo de producción local por bienes del exterior y un clima en el que las empresas no esperan una recuperación. Mientras los gremios denuncian un "plan de achique", el Gobierno sostiene que la competencia con productos importados es parte de la estrategia para "ordenar" la macroeconomía.