05/12/2025
La empresa Ascensores Cóndor, referente durante décadas en el sector metalmecánico de Ituzaingó, atraviesa su crisis más profunda desde su fundación. Lo que supo ser una planta con más de 180 empleados y una producción constante, hoy funciona con apenas 40 operarios, sin actividad y con cuatro meses de salarios impagos.
El freno productivo responde a la falta de insumos y al sostenido deterioro financiero de la compañía, que llegó a fabricar cerca de 30 ascensores por mes en sus años de mayor expansión. Actualmente, la línea de montaje está completamente detenida y los trabajadores denuncian un escenario de abandono patronal.
Según fuentes del sector, existirían alrededor de 200 ascensores ya pagos por clientes que nunca fueron entregados, un dato que grafica la magnitud del colapso operativo. A esto se suma que la firma tampoco estaría participando de las audiencias laborales convocadas para buscar una salida al conflicto.
El personal sostiene que la empresa dejó de brindar respuestas, profundizando la incertidumbre sobre salarios, indemnizaciones y la continuidad laboral. Para la comunidad industrial de la zona, el cierre de Cóndor representaría no solo la desaparición de una marca emblemática, sino también un impacto social severo en un contexto de crisis industrial, caída de la demanda y mayor presión de la competencia importada.
El caso se suma a una serie de dificultades que atraviesan pymes y fábricas del conurbano, expuestas a un escenario económico más costoso, con actividades ralentizadas y sin políticas claras de reactivación. Para los trabajadores, la prioridad inmediata es una intervención que permita resguardar derechos y evitar que otra planta histórica termine bajando la persiana.
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