06/10/2025
El histórico Sindicato de Camioneros, una de las organizaciones más poderosas del movimiento obrero argentino, atraviesa uno de sus momentos más turbulentos. Su líder, Hugo Moyano, impulsó una decisión drástica al expulsar a cuatro miembros de la comisión directiva, en un contexto marcado por acusaciones de fraude y una interna familiar que amenaza con romper definitivamente la estructura del gremio.
Las desvinculaciones alcanzan al secretario Administrativo, Claudio Balazic; al secretario Tesorero, Paulo Villegas; al prosecretario Administrativo, Alejandro Vanati, y a otro dirigente cuya identidad no fue confirmada. Según fuentes internas, el conflicto se originó tras una denuncia penal presentada el 12 de septiembre ante la Fiscalía N.º 10 de Mar del Plata, a cargo del fiscal Carlos David Bruna, por presuntas maniobras irregulares en el Hotel 15 de Diciembre, propiedad del sindicato.
La presentación fue realizada por Héctor "Yoyo" Maldonado, hombre de máxima confianza de Moyano padre, y apunta al gerente del hotel y a otros dos empleados por supuestas compras con sobreprecios y movimientos financieros sospechosos. En la investigación también aparecen cheques firmados por los dirigentes desplazados, aunque los acusados sostienen que las decisiones eran supervisadas desde la sede central en Buenos Aires.
Dentro del gremio, la purga fue interpretada como una "razzia" contra el sector alineado con Pablo Moyano, el hijo del líder camionero, quien mantiene un enfrentamiento político con su padre desde hace varios años. Este distanciamiento se profundizó en 2021, cuando Pablo cuestionó la gestión de Liliana Zulet, esposa de Hugo y responsable de la empresa IARAI, encargada de administrar la obra social camionera. Desde entonces, Pablo fue desplazado de su rol en la Federación Nacional y relegado a la conducción del club Deportivo Camioneros, donde mantuvo bajo perfil sindical.
Mientras tanto, Hugo Moyano busca consolidar su control interno. En el reciente Comité Central Confederal de la CGT, defendió la salida de su hijo de la central obrera y promovió a Octavio Argüello como nuevo representante del gremio en la conducción cegetista. "Conoce la realidad de lo que es vivir cuando el sueldo no alcanza", aseguró Moyano, marcando distancia con el estilo confrontativo de Pablo.
Aun así, las tensiones dentro del sindicato no cesan. En Santa Fe, la suspensión de las elecciones gremiales por la proscripción de una lista opositora expuso las grietas en los territorios. En tanto, la investigación judicial de Mar del Plata podría derivar en imputaciones que compliquen a parte de la dirigencia y afecten la imagen de Moyano, cuyo liderazgo se sostiene entre viejas lealtades y nuevos cuestionamientos.
Hoy, Camioneros enfrenta una encrucijada interna sin precedentes. Lo que comenzó como una disputa administrativa podría transformarse en una crisis política y judicial de alto impacto. En el corazón del conflicto, más que un hotel o una denuncia, se juega el control del gremio que durante décadas fue sinónimo de unidad, poder y disciplina sindical.
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