12/12/2025
El debate sobre la regulación de las plataformas de transporte en la Ciudad de Buenos Aires volvió a tomar fuerza tras el impulso de un proyecto de Unión por la Patria (UxP) que propone modificar el Código de Tránsito y Transporte para establecer un marco obligatorio para Uber, Cabify, remises y taxis. La iniciativa consiguió el respaldo del Frente de Izquierda y de UCR Evolución, mientras que el oficialismo porteño, Vamos por Más, y sectores de La Libertad Avanza aseguraron que analizarán el texto en profundidad.
Con el cambio en la composición legislativa tras el 10 de diciembre, el peronismo contará con 20 bancas, lo que lo deja relativamente cerca de los 31 votos necesarios para aprobar la reforma. Según fuentes parlamentarias, el apoyo sindical y la necesidad de ordenar una actividad con vacíos normativos podrían favorecer un acuerdo transversal.
El proyecto cuenta con el respaldo total del Sindicato de Peones de Taxis (SPT) y de otras organizaciones del sector, como el Sindicato de Conductores de Taxis, la SPAT, UPAT, Cametax y Upimrra. Para estas entidades, la propuesta representa un intento de "actualizar un sistema que quedó desbordado por la aparición de los servicios digitales".
La iniciativa establece un principio central: solo podrán operar en la Ciudad vehículos habilitados, con choferes registrados y bajo relación laboral formal. Para el gremio, la falta de reglas claras derivó en un mercado con competencia desigual, proliferación de servicios informales, conductores sin cobertura y conflictos judiciales que permanecen sin resolución desde hace años.
Uno de los puntos más relevantes del proyecto es el reconocimiento de las "empresas de despacho de viajes", categoría que engloba a las plataformas digitales. Estas compañías deberán cumplir con obligaciones específicas: contar con domicilio legal en CABA, tener base operativa en la Ciudad, inscribirse en el ARCA (ex AFIP porteña) y tributar por la totalidad de los viajes iniciados dentro del territorio porteño.
El texto también obliga a que cada viaje quede registrado en tiempo real en servidores administrados por el Estado, lo que permitirá verificar seguros, tributación, habilitaciones y la trazabilidad de cada operación. Las plataformas deberán, además, implementar un sistema de transmisión de datos a un servidor espejo de la Agencia de Sistemas de Información (ASI).
De aprobarse, la normativa implicaría un nuevo orden regulatorio que integraría a taxis, remises y aplicaciones bajo un mismo estándar. Mientras los sindicatos celebran la posibilidad de "poner fin a un descontrol que perjudicó a los trabajadores registrados", las plataformas observan con cautela un proceso legislativo que podría redefinir su funcionamiento en la Ciudad.
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