19/12/2025
La temporada turística en Pinamar arrancó con un conflicto que amenaza con escalar. El intendente Juan Manuel Ibarguren propuso una recomposición salarial del 0% para los guardavidas municipales, una decisión que fue rechazada de plano por el gremio del sector y derivó en el inicio de un plan de lucha.
Desde la Asociación de Guardavidas, calificaron la propuesta como inaceptable y señalaron que el Ejecutivo local pretende que el servicio se preste con valores salariales correspondientes al año anterior, pese al impacto de la inflación y al aumento sostenido del costo de vida.
El secretario de Organización del sindicato, Fernando Espinach, explicó que mientras las negociaciones con el sector privado avanzan sin mayores conflictos, la situación con el Municipio resulta "difícil de explicar" y evidencia una decisión política de ajuste sobre un área clave para la seguridad pública.
El dirigente también cuestionó el contraste entre la negativa a actualizar salarios y el contexto de la administración local, donde las tasas municipales se incrementan automáticamente y persisten denuncias de irregularidades en el manejo de fondos públicos. Para el gremio, este escenario vuelve aún más grave la intención de recortar recursos en un servicio esencial.
Ante la falta de respuestas, la organización sindical notificó al Ministerio de Trabajo de la Provincia de Buenos Aires sobre el inicio de medidas de fuerza. El conflicto, además, encendió alarmas por una situación de fondo: las playas del distrito no estarían habilitadas técnicamente como balnearios, debido al incumplimiento de los parámetros mínimos exigidos para el servicio de guardavidas.
Según denunciaron desde el sector, la falta de inversión impacta directamente en la cobertura, el equipamiento y las condiciones laborales. Advirtieron sobre reducción de personal, recortes en horarios de vigilancia, deterioro de casillas y carencia de elementos básicos de rescate, lo que pone en riesgo tanto a trabajadores como a turistas.
Desde el gremio sostienen que el conflicto no solo es salarial, sino estructural. "Está en juego la seguridad en las playas y el desarrollo de la temporada", remarcaron, al tiempo que alertaron que la falta de una solución podría afectar a la principal actividad económica del distrito.
Mientras el Municipio mantiene su postura, el conflicto sigue abierto y la incertidumbre crece en Pinamar, donde el inicio del verano encuentra a uno de sus servicios más sensibles atravesado por la tensión y la falta de respuestas oficiales.
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