09/05/2025
Tras la presión de trabajadores y científicos, el Ejecutivo dio marcha atrás con la fusión, aunque avanzará con recortes.
Finalmente, y tras semanas de movilización por parte de trabajadores, científicos y sectores del agro, el gobierno de Javier Milei confirmó que no fusionará el INTA (Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria) con el INTI (Instituto Nacional de Tecnología Industrial). La medida había generado un fuerte rechazo en el ámbito científico-técnico y motivó una serie de protestas a nivel nacional.
Pese al revés para la iniciativa de fusión, el Gobierno avanzará con un fuerte ajuste, que incluirá despidos en ambas instituciones y el cierre de varias unidades experimentales del INTA, en distintas provincias del país. La decisión responde al plan de recorte del gasto público impulsado por el Ministerio de Economía y la Jefatura de Gabinete.
Desde la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE), denunciaron que la medida es "una victoria parcial" y que seguirán en estado de alerta. "Evitar la fusión fue un logro de la lucha colectiva, pero los despidos y el vaciamiento siguen siendo una amenaza concreta a la soberanía científica y tecnológica", expresaron.
Tanto el INTA como el INTI son organismos clave para el desarrollo productivo nacional. En el caso del INTA, las unidades experimentales brindan apoyo a pequeños y medianos productores, y su cierre podría generar un impacto negativo en las economías regionales.
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