05/12/2024
Según un reciente informe de la Universidad Nacional de San MartÃn (UNSAM), la producción de madera en Argentina registró una caÃda del 18,4% en el último año, mientras que la fabricación de muebles sufrió un desplome aún mayor, con una baja del 30,6%
Según un reciente informe de la Universidad Nacional de San MartÃn (UNSAM) creado por elaborado por Adrián Gutiérrez Cabello del Centro de EconomÃa Regional de la Escuela de EconomÃa y Negocios, la producción de madera en Argentina registró una caÃda del 18,4% en el último año, mientras que la fabricación de muebles sufrió un desplome aún mayor, con una baja del 30,6%. Este retroceso en ambos sectores industriales ha encendido alarmas entre los empresarios y trabajadores del rubro, quienes responsabilizan a las crecientes importaciones de China y Brasil por la destrucción de la industria nacional.
Desde que asumió el presidente Javier Milei, las polÃticas de apertura económica y la reducción de aranceles para productos importados han generado un aumento significativo en la entrada de bienes extranjeros. Estas medidas, según los especialistas de la UNSAM, han provocado un grave perjuicio para los productores locales, quienes no pueden competir con los precios bajos y la alta escala de producción de los paÃses mencionados.
"Estamos viendo cómo las fábricas nacionales cierran o reducen su capacidad operativa. No podemos igualar los costos de los productos chinos y brasileños, y el mercado interno está siendo invadido por muebles y maderas importadas", señaló el presidente de la Cámara Argentina de la Industria de Madera y Afines (CADIMA).
Por su parte, trabajadores del sector han denunciado despidos masivos y precarización laboral en distintas regiones del paÃs, especialmente en provincias como Misiones y Corrientes, históricamente dependientes de la producción forestal. "Es una situación desesperante. Muchas familias están quedando sin ingresos y sin alternativas laborales", manifestó un delegado sindical.

En respuesta a las crÃticas, el gobierno defendió su postura, argumentando que la apertura comercial busca reducir los precios al consumidor y fomentar la competitividad. Sin embargo, desde sectores opositores y académicos advierten que el costo de estas polÃticas es la destrucción de industrias estratégicas que tardaron décadas en consolidarse.
El informe de la UNSAM destaca que, de no implementarse medidas urgentes para proteger a los productores nacionales, la tendencia podrÃa agravarse en 2024, poniendo en riesgo miles de empleos y una porción importante de la economÃa argentina. En este contexto, los llamados a implementar polÃticas de apoyo y regulaciones más estrictas sobre las importaciones cobran cada vez mayor fuerza entre los actores del sector.
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