Las centrales sindicales aceleran una alianza amplia para frenar la reforma laboral que el Gobierno enviará al Congreso

El Gobierno decidió avanzar sin demoras y enviará al Congreso, entre el 10 y el 30 de diciembre, su reforma laboral. El paquete llega blindado por los diez lineamientos definidos en el Consejo de Mayo, un espacio que terminó de fracturarse cuando la CGT decidió abandonar la mesa para evitar cualquier lectura de apoyo.

La iniciativa incluye cambios que, según los gremios, retoman capítulos del DNU 70 y de la Ley Bases que fueron frenados por la Justicia. Para la dirigencia sindical, el mensaje es claro: el Ejecutivo quiere reinstalar un modelo de flexibilización laboral.

CGT: cumbre urgente y definición política

Con ese diagnóstico, la CGT convocó para este jueves a su Consejo Directivo. No será una reunión rutinaria: la central discutirá si impulsa un plan de acción coordinado, en un fin de año marcado por conflictos paritarios, pérdida salarial y la amenaza de reformas profundas.

El objetivo es mostrar un frente interno sin fisuras y fijar una línea pública que deje en claro que la central no está dispuesta a avalar el proyecto del Gobierno.

Las CTA van por una "base amplia" y proponen su propio paquete laboral

Las dos CTA trabajan en un esquema más ambicioso: construir una "mayoría social" contra la iniciativa oficial. Pedro Wasiejko, referente de la CTA de los Trabajadores y titular de FeTIA, anticipó que impulsarán una reforma laboral alternativa, centrada en:

• participación de trabajadores en Ganancias,
• presencia en Directorios,
• comités mixtos de Seguridad e Higiene,
• y reducción de jornada con criterios etarios.

En paralelo, la CTA Autónoma difundió informes para explicar punto por punto los efectos que tendría el proyecto del Gobierno. Ese material será la base de jornadas de debate en universidades, gremios estatales y organizaciones sociales.

Ofensiva federal: gobernadores bajo presión

El sindicalismo sabe que la clave estará en el Congreso. Por eso, la CGT mantuvo reuniones con gobernadores como Pullaro, Torres, Sadir y, a distancia, Llaryora. En esos encuentros se buscó un compromiso político: que las provincias no habiliten los votos que necesita el oficialismo.

La CTA, por su parte, prepara su propia ronda de reuniones con bloques legislativos.

El Gobierno afina su jugada parlamentaria

Mientras tanto, La Libertad Avanza trabaja para armar la Comisión de Trabajo y Previsión Social del Senado, donde se dará la primera pulseada. La vicepresidenta Victoria Villarruel busca alinear aliados y no descartan que Patricia Bullrich ocupe la presidencia temporal de la comisión.
El oficialismo sabe que la resistencia será dura y necesitará votos que hoy no tiene asegurados.