11/12/2025
La Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina (CSIRA) presentó un nuevo relevamiento que confirma el deterioro acelerado del empleo, la producción y la inversión en el sector manufacturero. El informe, elaborado con respuestas del 75% de los 36 gremios que integran la organización, describe un escenario crítico que atraviesa a trabajadores y empresas por igual.
Según datos del Sistema Integrado Previsional Argentino (SIPA) incluidos en el documento, entre noviembre de 2023 y agosto de 2025 se perdieron 138.573 empleos asalariados privados, de los cuales 42.406 correspondieron a la industria manufacturera. El panorama se agrava al incluir minería y construcción, donde la caída combinada asciende a 111.747 puestos de trabajo.
A la destrucción del empleo se suma el cierre masivo de firmas: 1.974 industrias manufactureras y 1.790 empresas de la construcción dejaron de operar en ese mismo período, lo que evidencia un retroceso productivo profundo y extendido en todo el país.
Más del 75% de los sindicatos consultados aseguró que la situación "empeoró" respecto del trimestre anterior. Ventas, producción y exportaciones mostraron retrocesos significativos, mientras que el uso de la capacidad instalada cayó en la mitad de los sectores relevados. Las exportaciones disminuyeron en el 62,5% de los casos, el doble que en agosto de 2025, y la inversión continúa paralizada.
La inestabilidad también golpea de lleno en las relaciones laborales: crecieron los adelantos de vacaciones (54,1%), los retiros voluntarios (50%), las jubilaciones anticipadas (41,7%) y las suspensiones, mientras que los despidos aumentaron en casi 6 de cada 10 sindicatos.
El informe detalla un mapa salarial marcado por la fragmentación: los acuerdos se negocian con periodicidad mensual, bimestral, trimestral o cuatrimestral. Un tercio de los gremios afirmó que las subas quedaron por debajo de la inflación y apenas el 4% logró superar la pérdida del poder adquisitivo.
Las dificultades para negociar, señalan, se deben a la falta de previsibilidad económica, las demoras del Gobierno en homologar acuerdos y la resistencia empresaria.
Las perspectivas no ofrecen alivio. El 86,4% de los sindicatos prevé un nuevo empeoramiento durante el próximo trimestre. Entre los factores más mencionados aparecen la caída del consumo, la apertura importadora, el acuerdo con el FMI, la baja de exportaciones y la continuidad del deterioro salarial.
En el plano político, la mayoría de los gremios entiende que el resultado electoral no modificará de manera sustancial el rumbo económico, por lo que no esperan ningún freno al deterioro industrial.
La CSIRA advierte que la combinación de destrucción de empleo, retroceso productivo, paritarias estancadas y un horizonte incierto amenaza la viabilidad de múltiples actividades industriales en todo el país. Para los sindicatos, la situación ya no es solo crítica: se acerca a un punto de no retorno para vastas regiones industriales.
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