Ignacio Devitt, hasta hace apenas diez días integrante del Departamento de Asuntos Públicos de Massalin Particulares -la filial local de la multinacional tabacalera Philip Morris International-, fue designado por el Gobierno como nuevo funcionario en la Secretaría de Asuntos Estratégicos, el área encargada de articular la relación entre la Casa Rosada y el Parlamento.
El nombramiento generó ruido en los pasillos políticos y empresariales: Devitt llega con el respaldo de su paso por una de las compañías más influyentes del país y lo hace en un momento en el que el Gobierno busca acelerar su proyecto de reforma parlamentaria, una de las piezas centrales del nuevo paquete institucional que pretende impulsar Javier Milei.
Un hombre de Adorni para "rosquear" en el Congreso
Según fuentes oficiales, Devitt reportará directamente al jefe de Gabinete, Manuel Adorni, quien le encomendó la misión de aceitar los canales legislativos y coordinar el trabajo con los distintos bloques. Su función será estratégica: será uno de los encargados de "rosquear" los votos necesarios para sacar adelante las reformas políticas que el Ejecutivo considera prioritarias.
La designación reavivó además un debate latente: el avance de las grandes corporaciones dentro del Estado. En este caso, un ex directivo de una tabacalera se convierte en pieza clave del Gobierno en momentos donde se discute la regulación de cigarrillos electrónicos, vapeadores y nuevos productos de nicotina, un sector donde Philip Morris y otras multinacionales buscan expandir su participación.
Del sector privado a la política
Antes de su paso por Massalin/Philip Morris, Devitt construyó su formación política dentro de la Juventud PRO, donde transitó roles de articulación territorial y trabajo legislativo. Esa experiencia lo acercó al mundo parlamentario y, según fuentes que lo conocen, lo posicionó como un operador con capacidad técnica y política.
El hombre surgido de la Juventud PRO y ex responsable de Asuntos Públicos de Massalin Particulares fue designado como enlace entre el Gobierno y el Congreso
Su salto al Estado ocurre en un contexto de alta tensión legislativa: el Gobierno necesita ordenar negociaciones, recomponer puentes y acelerar tiempos. En ese tablero, Devitt aparece ahora como una pieza de confianza dentro del esquema de Adorni.
Un rol sensible en plena disputa por la reforma política
La llegada del ex ejecutivo tabacalero se da en simultáneo con el avance del oficialismo sobre temas vinculados al sistema electoral, la composición del Congreso y la arquitectura institucional de la futura reforma parlamentaria. Su función será asegurar que las iniciativas del Ejecutivo encuentren recorrido dentro de ambas cámaras y que los acuerdos se cierren sin costos políticos innecesarios.
Bajo la órbita de Manuel Adorni, tendrá un rol clave en la ingeniería política para la reforma parlamentaria impulsada por Javier Milei.
Si bien desde la Casa Rosada justifican la designación por su "experiencia en asuntos públicos", dentro del Congreso la movida fue leída como un gesto de poder: colocar a un interlocutor directo de Adorni, con trayectoria privada reciente y vínculos corporativos fuertes, en el corazón de la negociación política.
Lo que viene para Devitt será su primera gran prueba: demostrar capacidad de operación en un escenario legislativo fragmentado y con múltiples tensiones internas, mientras carga con el peso de representar al Gobierno en una de las discusiones institucionales más sensibles de la era Milei.
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