31/10/2025
La CGT celebró una reunión ampliada de su mesa chica en la sede de la UOCRA, encabezada por Gerardo Martínez, junto a los cosecretarios generales Héctor Daer (Sanidad) y Octavio Argüello (Camioneros).
Durante más de tres horas, los referentes de los distintos sectores debatieron
el rumbo de la organización en medio del avance del proyecto de reforma laboral del Gobierno nacional.
Entre los asistentes se destacaron figuras de
peso como Hugo Moyano, José Luis Lingeri, Cristian Jerónimo, Abel Furlán, Mario "Paco" Manrique, Armando Cavalieri y Marina Jaureguiberry, entre otros.
Pese a algunas ausencias -como las del sector barrionuevista y Sergio
Palazzo (Bancarios)-, el clima fue de unidad y prudencia.
Los gremios coincidieron en un rechazo unánime a los lineamientos del
borrador oficial que impulsa el Ejecutivo.
Según plantearon, las propuestas del Gobierno -como los "salarios dinámicos" y las negociaciones por empresa- atentan
contra el modelo sindical argentino,
que históricamente ha sostenido la negociación colectiva por rama y la
protección de los derechos laborales.
En ese marco, la CGT resolvió actuar con prudencia y sabiduría, preparando una estrategia integral para enfrentar la
discusión legislativa.
La conducción considera que los cambios promovidos por Federico Sturzenegger representan un intento de retroceso hacia el preperonismo,
afectando conquistas históricas del movimiento obrero.
El encuentro también sirvió para definir los
pasos hacia el Congreso Nacional
Ordinario, que se realizará el próximo miércoles 5 de noviembre en el Estadio de Obras Sanitarias, en la Ciudad de Buenos
Aires.
Allí se elegirán 36 secretarías
y 14 vocalías del nuevo Consejo Directivo, con mandato hasta 2029.
Si bien no se discutieron nombres, todo apunta
a la continuidad del triunvirato de
conducción, formato que ha garantizado el equilibrio entre los
distintos sectores.
La idea de una lista única
parece consolidarse como el camino más viable para sostener la unidad en un
escenario político y social marcado por tensiones.
El tono del encuentro reflejó una preocupación
compartida por el avance del Gobierno
sobre los derechos laborales y el rol del movimiento sindical en un contexto de ajuste
económico.
Sin embargo, primó la intención de evitar rupturas y fortalecer una CGT con
capacidad de diálogo, pero también de resistencia
organizada.
El dirigente Paco Manrique (SMATA), que regresó a la central tras
haber renunciado en 2024, marcó un gesto político clave al expresar su respaldo
a Cristina Fernández de Kirchner,
en contraste con sectores más críticos hacia la exmandataria.
Aun así, las diferencias quedaron en segundo plano: "No hay margen para divisiones internas", resumió uno de
los presentes.
El cierre del encuentro dejó una consigna
clara:
"Unidad,
prudencia y estrategia para enfrentar los desafíos que vienen".
La CGT se encamina a un nuevo ciclo con una lista única y una conducción
consensuada, decidida a resistir los embates del Ejecutivo sin perder cohesión
interna ni capacidad de representación.
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