30/12/2025
La industria manufacturera argentina atraviesa uno de sus momentos más delicados desde la salida de la pandemia. De acuerdo al último relevamiento del Centro de Estudios de la Unión Industrial Argentina, la actividad registró en noviembre una caída interanual del 6% y un descenso mensual del 1%, afectado también por la menor cantidad de días hábiles.
Aunque el acumulado de 2025 muestra un avance del 3,1% frente a 2024, el informe advierte que se trata de un efecto estadístico por la baja base de comparación. En términos reales, la producción industrial se ubica 9,3% por debajo de 2022 y cerca de 10% debajo de los niveles previos, con valores similares a los del cierre de 2024.
Según datos oficiales del INDEC citados por la UIA, en octubre la industria cayó 2,9% interanual y encadenó su noveno mes consecutivo de tendencia negativa.
Once de los 16 sectores relevados mostraron retrocesos, con desplomes en textiles (-24%), indumentaria, cuero y calzado (-15,1%) y caucho y plástico (-12%). Solo algunos rubros escaparon a la caída, como equipos de transporte, refinación de petróleo y minerales no metálicos, empujados por actividades puntuales.
El informe remarca una fuerte heterogeneidad sectorial: mientras ciertos segmentos ligados al agro o a Vaca Muerta logran sostenerse, la mayoría enfrenta una demanda interna debilitada y mayor presión de importaciones.
Los datos preliminares de noviembre refuerzan el escenario contractivo. Se registraron bajas en los despachos de cemento, la producción automotriz, el consumo energético industrial y la producción de bebidas, confirmando que la recuperación no logra consolidarse.
En la comparación con 2022, varios indicadores clave muestran retrocesos de dos dígitos, especialmente en la construcción y ramas manufactureras vinculadas al mercado interno.
El panorama es aún más crítico para las pequeñas y medianas empresas. Datos del Observatorio PyME, citados por la UIA, señalan que en el tercer trimestre la producción PyME cayó 4,1% y el empleo 4,6%.
Con indicadores en zona contractiva, el 81% de las empresas reporta presión de costos, mientras que más de un tercio advierte pérdida de mercado frente a productos importados, principalmente de origen asiático.
El diagnóstico empresario coincide con las alertas de la Confederación de Sindicatos Industriales de la República Argentina, conducida por Ricardo Pignanelli. La entidad denuncia una "desindustrialización inducida" y sostiene que en 2025 la producción cayó en promedio 9,5% respecto de 2023.
Los gremios cuestionan la política económica del gobierno de Javier Milei, el sesgo extractivo del RIGI y alertan sobre la pérdida de más de 42.000 empleos industriales y el cierre de miles de empresas desde fines de 2023.
Desde el movimiento obrero también se advierte que la eliminación de áreas estatales vinculadas a la industria y las PyMEs deja al sector sin herramientas de apoyo, en un contexto global donde las principales economías refuerzan la política industrial.
Con un mercado interno debilitado y desafíos estructurales sin resolver, la industria argentina se encamina a cerrar 2025 en una posición de extrema fragilidad, sin señales claras de recuperación a corto plazo.
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