Sasia admite diálogo con el gobierno y la Unión Ferroviaria no se adhiere al paro de transporte

El secretario general de la Unión Ferroviaria, Sergio Sasia, admitió públicamente que mantiene conversaciones con el gobierno de Javier Milei desde hace tiempo y confirmó que no participará en el paro de transporte programado para el próximo 30 de octubre. Esta declaración fue seguida por un anuncio similar de la Unión Tranviarios Automotor (UTA), que también decidió no adherirse a la medida de fuerza.

El paro, convocado por varios gremios de transporte que conforman la Mesa Nacional del Transporte entre quienes se encuentra Pablo Moyano en protesta por la falta de avances en las negociaciones salariales y las condiciones laborales, busca presionar al gobierno para obtener mejoras en el sector. Sin embargo, la decisión de Sassia y la UTA de no sumarse ha generado descontento entre los trabajadores ferroviarios, muchos de los cuales ven con preocupación el acercamiento entre su líder sindical y el gobierno de Milei.

"Nosotros venimos hablando desde hace tiempo, con todos los gobiernos venimos hablando», sostuvo Sasia Sin embargo, La tensión ha crecido dentro del gremio, donde una parte importante de la base siente que la decisión del líder sindical los deja sin representación en una coyuntura crítica para sus intereses.

Belgrano Cargas

Mientras tanto, Sassia no fue cortante respecto a la privatización del gobierno del tren Belgrano Cargas y sostuvio que «desde hace tiempo venimos hablando de la mirada que tiene el Gobierno sobre el ferrocarril, pero no tenemos en claro cómo va a ser la instrumentación y la licitación». y agregó «Venimos sosteniendo que hay una necesidad de declarar en emergencia el sistema ferroviario y traer inversiones concretas y claras»

La decisión de la Unión Ferroviaria y la UTA de no participar en el paro del 30 de octubre supone un quiebre en la unidad sindical dentro del transporte, lo que podría debilitar el impacto de la medida y complicar las negociaciones en curso. Sin embargo, para muchos trabajadores ferroviarios, el acercamiento entre Sassia y el gobierno genera suspicacias sobre los intereses que realmente están en juego.