Trabajadores de Ledesma denuncian despidos, ajuste salarial y complicidad del sindicato azucarero

El conflicto laboral en el Ingenio Ledesma, una de las empresas más grandes y poderosas de Jujuy, escaló en las últimas semanas tras la puesta en marcha de un plan de lucha encabezado por trabajadores autoconvocados. El reclamo apunta tanto a la compañía de la familia Blaquier como al Sindicato de Obreros y Empleados del Azúcar del Ingenio Ledesma (SOEAIL), al que acusan de mantener una postura pasiva frente al ajuste salarial y los despidos que se profundizaron a lo largo de 2025.

La primera movilización se realizó este martes en Libertador General San Martín, donde cientos de trabajadores marcharon con el apoyo de organizaciones sociales y sectores políticos. Bajo la consigna "por una Navidad sin familias en la calle", denunciaron una situación "angustiante" agravada por el deterioro económico provincial.

Según señalaron voceros de la asamblea, la empresa viene ejecutando un "goteo" de despidos que se justifica en un presunto proceso de reestructuración, pero que en los hechos -afirman- apunta a desplazar a delegados y activistas críticos de la conducción del SOEAIL. El sindicato, hasta el momento, no emitió una postura pública sobre la situación.

La protesta culminó en la sede administrativa de Ledesma, donde los trabajadores reclamaron por cesantías sin causa, persecución sindical y la inacción del Ministerio de Trabajo de Jujuy. "No vamos a permitir que sigan jugando con el plato de comida de nuestros hijos. Ledesma factura millones y la variable de ajuste siempre somos nosotros", manifestaron los autoconvocados.

Los sectores movilizados también cuestionaron la actitud de la dirigencia del SOEAIL, a la que acusan de "mirar para otro lado" mientras avanzan las desvinculaciones. Exigen que el sindicato encabece un plan de lucha unificado y advirtieron que mantendrán el estado de asamblea permanente, con la posibilidad de nuevos cortes, acampes o medidas directas si no se abre una mesa de diálogo para discutir reincorporaciones.

El conflicto no es reciente. A comienzos de 2025, Ledesma ejecutó un primer recorte que incluyó 200 despidos en áreas fabriles y del sector papelero. Desde entonces, la situación se agravó. Delegados opositores llegaron a encadenarse en los portones de la planta para visibilizar la falta de pago de indemnizaciones, el avance de las cesantías y lo que consideran una clara connivencia entre la empresa, el sindicato y el Gobierno provincial.

A esto se suman denuncias por condiciones laborales extremas, incluyendo jornadas de hasta 16 horas sin comida ni pago extra. Los trabajadores advierten que, sin cambios de fondo, la crisis en el ingenio seguirá profundizándose.